Mi generación punk

En el año del señor de 1912 en un pueblo del sur con 118 habitantes el concejo de... ¿ci?... ¿qué? ¡no! ¡aish! ya empecé mal, pero bueno, hagamos caso omiso a este error y prosigamos con la historia de una generación que fue influenciada por el punk, y no hablo de la historia de G.P. si es que alguno se confundió con el inicio de este escrito, y tal vez tampoco sea la historia de una generación entera como sugiere el título, pero sí la de un grupo de amigos que terminaron metidos en este cuento y que hoy no lo han podido abandonar... bueno, tal vez unos cuantos sí, pero ese no es el punto.


Esta historia comienza en algún momento de la década de los 2000 cuando inspirados por los juegos de Tony Hawk's Pro Skater mi buen amigo "el gordo" y yo conseguimos un par de tablas y emprendimos nuestra saga épica de gestas heroicas y... bueno, no exactamente, en realidad nos fuimos a practicar a una cancha cercana, que para efectos era casi lo mismo. Nuestro grupo base era de dos, sin embargo otras personas solían unirse a nuestras sesiones de skateboarding cómo lo eran niños fastidiosos, bikers, gente rara que sabía algunos trucos, policías buscando drogas, gente sin mente y demente, vacas, y por supuesto otros amigos y familiares como Tino, Gara, Deisy, el Sacolero, entre otros.
Por aquellos días no eramos muy escrupulosos con la música que escuchábamos y casi cualquier cosa con guitarras veloces o baterías pesadas nos sonaba bien, sin embargo todo comenzaría a cambiar a partir de una tarde en la que por razones que ahora ya no recuerdo, comencé a hablar con una niña que se encontraba en aquella cancha jugando basketball; ella en realidad no tenía nada que ver con la escena del rock and roll o las patinetas pero tenía un amigo llamado Nelson a quien le gustaba "esa música de nosotros".

Si bien por aquel entonces el punk no era nuestro género predilecto, tampoco eramos completamente ajenos a este, simplemente no le habíamos puesto la suficiente atención. Nelson de quién me hice muy amigo en esos primeros días, tenía ciertos gustos y pensamientos similares a los míos, fue así que comenzó a mostrarme grupos que plasmaban estas ideas en la música, y así de la mano de los Dead Kennedys y La Polla Records inició nuestra "punkerización". He de decir que en esa época no me gustaba tanto la mítica banda de Evaristo u otras que Nelson (aún sin su icónico apodo) me compartía, sin embargo por esos mismos días "Tavo" un compañero del colegio y ávido skater me mostró una de sus bandas favoritas, la cuál desde ese entonces y hasta hoy ha sido mi preferida y la que me hizo decantar finalmente por el punk, Reincidentes.

Quizá por sus guitarras raudas y sencillas, o por la contundencia de sus letras y su asociación con lo que vivíamos en los barrios periféricos de Medellín, el gusto por el punk y sus derivados se extendió velozmente entre el grupo, nuevas personas como Chata, el Obrejo, Cache, o el Burro iban llegando y lo que inicialmente eran un par de amigos patinando por diversión pasó a ser un "parche" de punks. Comenzaban a relucir las crestas, las botas altas, parches, botones, chaquetas, taches e intercambios de cassettes (entre más raras las bandas mejor). El inicio de la masificación del internet en el país y algunas bandas que comenzaban a sonar en las emisoras y programas de música locales ayudaron a abrirle paso a esta nueva generación de punkies que se formaba en los barrios.

En estas etapas tempranas aunque existía algo de consciencia también había mucha gente que solo estaba por la tendencia y no era extraño encontrar grupos con historias similares alrededor de la ciudad en donde niños skaters terminaron metidos en la escena punk. Ya teniendo la estética, la actitud irreverente, algún conocimiento a nivel de bandas y cierto reconocimiento entre los diferentes "parches", el siguiente paso era por supuesto hacer nuestro propio ruido, con guitarras acústicas, baterías hechizas y un sótano para duendes, los pocos con algún conocimiento musical cómo Johnny, compartían con los otros las bases del punk y un sinfín de bandas surgieron, Tuberculosis, las Harlots, Somos Estiércol, O.D.I.O. y las mil combinaciones que contaban con los mismos miembros de las otras pero intercambiando roles...

La época de las bandas fue crucial para el desarrollo y evolución del grupo, si bien al principio casi todo era fiesta y descontrol, en pro de mejorar los contenidos, entender lo que sucedía a nuestro alrededor y sus causas, comenzábamos a investigar, a estudiar, a atender a reuniones, a protestas, a foros, a desarrollar nuestras ideas e ideologías, fue así como en la segunda mitad de la década de los 2000 y con varios cerca a la mayoría de edad, el grupo del barrio se había reducido considerablemente sin embargo ahora eramos parte también de comunidades más extensas, serias y comprometidas, compuestas por gente de diferentes partes.

    Por muchos obstáculos hemos tenido que saltar, ha sido mucha gente la que ha llegado y la que se va... - O.D.I.O.

Para principios de la década de los 2010 nuestra actitud era completamente diferente a la de los primeros años, teníamos ya nuestras ideologías claras y definidas, nos separamos un poco de la escena punk tradicional llena de estereotipos y de la del no futuro, ahora lo más importante de la música no era su sonido sino su mensaje, ya no era la actitud simplista de quejarse del sistema, sino proponer cambios, se le restó importancia a la estética y si bien varias cosas se mantuvieron, pudimos romper con el uniforme y los estereotipos que se manejaban dentro de la misma escena, de las bandas del barrio solo dos quedaban por esa época, Dexprecia2 (ahora extinta) y O.D.I.O., de igual manera nuestros caminos comenzaron a separarse de acuerdo a nuestras diferentes lineas de pensamiento, disolviendo casi en su totalidad aquel grupo inicial.

Al día de hoy, pasando la mitad del decenio aún nos encontramos ocasionalmente en eventos, conciertos, en la calle o simplemente para compartir música, una cerveza o un café, quizá no tan frecuentemente como antes, pero sin cambiar la esencia de lo que somos y lo que vivimos, aún escuchamos los mismos tipos de música, todavía tenemos nuestra actitud combativa y nuestros objetivos siguen siendo claros. Hace 13 o 14 años veíamos a los mayores y pioneros con respeto preguntándonos cómo habría sido el punk en su generación, hoy ya casi rondando los 30 aunque nos falta mucho recorrido para ser la próxima "vieja guardia", y mientras llega el momento en el que podamos observar lo que traerán las nuevas generaciones, ya podemos mirar hacia atrás para narrar cómo fue y evolucionó en la nuestra y decir que mis amigos y yo no solo formamos parte, sino que forjamos una generación de luchas y cambios, esta que fue y es mi generación punk.